ivimos a un ritmo excesivamente acelerado. Siempre vamos con prisa y nos cuesta encontrar un momento para nosotros, para parar, para cuidarnos. Si a ello le sumamos aspectos como el tráfico con sus atascos, las tensiones diarias en el trabajo, colegios, familia… sentimos y vemos cómo nuestro sistema nervioso se ve seriamente afectado por lo que hoy conocemos como estrés, sufriendo sus consecuencias tanto física como psicológicamente.
Y para "desestresarnos" nos vamos a entrenar, ya sea en el gimnasio, corriendo mientras sacamos al perro o cogiendo a los peques en brazos al mismo tiempo que subimos la compra.... Sea como sea exigimos a nuestro cuerpo constantemente, sin dedicarle el mimo necesario. Sin tiempo de estirar, de calentar, de hidratarnos adecuadamente, pedimos a nuestro físico que mantenga un ritmo de vida que recarga nuestra musculatura y afecta a nuestro descanso y a nuestra salud.
Probablemente el masaje es una de las herramientas terapéuticas más antiguas utilizada por el hombre para proporcionarse un recurso natural contra el dolor, siendo considerado, hoy en día, un potente método para tratar el estrés de la vida cotidiana, las lesiones físicas y la tensión acumulada, reemplazándolos por una energía y salud que integra cuerpo y mente.
Cuando disfrutamos de una sesión de masaje ayudamos a mejorar la circulación sanguínea, a liberar la tensión acumulada, a recuperar elasticidad y amplitud de movimiento, y a encontrar la serenidad y el equilibrio tan necesitado para nuestra salud.
Realmente ya conoces los beneficios del masaje ahora sólo queda que te permitas un momento de tu tiempo, un momento para ti.